Rio Don Diego (Santa Marta)

El Río Don Diego, ubicado en Santa Marta, es un destino imperdible para aquellos que buscan una experiencia única en medio de la naturaleza. Para llegar a este hermoso río, se puede tomar una flota desde la plaza de mercado en Santa Marta o desde la bomba de Mamatoco. El viaje tiene una duración aproximada de una hora y media, pero vale la pena cada minuto.

Una vez en el lugar, los visitantes pueden encontrarse con una pequeña caseta de turismo, propiedad de un operador local llamado Joseelena. Allí, se puede obtener información sobre el recorrido y preguntar por Daimer, quien es el encargado de guiar la actividad. La caminata hasta el río es corta y desde allí se puede disfrutar de un agradable paseo en neumáticos hasta la desembocadura del mar. Esta parte del recorrido dura aproximadamente una hora y permite admirar un espectáculo increíble en la desembocadura. Además, la playa del lugar es simplemente hermosa y vale la pena quedarse al menos una hora para disfrutar de sus encantos.

Una de las mejores formas de disfrutar del Río Don Diego es flotando en sus aguas tranquilas. Muchos visitantes han destacado la espectacular experiencia de sumergirse en la paz del río mientras contemplas el majestuoso paisaje de la sierra de fondo. Sin embargo, es importante tener en cuenta la recomendación de los usuarios de no nadar en el río, ya que algunos han experimentado intoxicaciones debidas a la calidad del agua. Es recomendable llevar agua potable sellada, adquirida en un lugar confiable, para hidratarse durante el recorrido en flotadores. Esta precaución no debe desanimarte, ya que el paseo en neumáticos hasta la desembocadura sigue siendo una experiencia relajada y maravillosa que te permitirá disfrutar de la playa virgen y apreciar los diferentes tonos de azul del mar y la suave arena en la orilla.

El recorrido por el Río Don Diego es altamente recomendado para los amantes de la naturaleza y la aventura. Los guías son queridos y bien preparados, y hacen todo lo posible para asegurarse de que los visitantes tengan una experiencia inolvidable. Además, incluso los niños pequeños pueden participar en esta aventura y disfrutarla al máximo. Para completar el recorrido, no puedes perderte la visita al museo indígena con su interesante maloca en Taironaka y descender por el río en tubing. Permítete sumergirte en la belleza de la naturaleza y ser atendido por guías excepcionales que harán que tu visita sea memorable.